La gastronomía del Algarve es amplia y variada. En nuestros recientes viajes al Algarve hemos tenido la oportunidad de comprobarlo en persona y hoy queremos compartir con vosotros cinco restaurantes de cinco ciudades diferentes de la región para comer en el Algarve bien y por precios razonables.
Que nadie tome este artículo como una guía de los mejores restaurantes del Algarve, porque ni lo es, ni lo pretende ser. Simplemente, fueron cinco establecimientos entre los muchos que hay en la zona de precio medio en los que entramos y quedamos satisfechos. Hay otros muchos que, por falta de tiempo, no pudimos probar, pero también tenían un aspecto y un menú excelente. Y es que, comer en el Algarve, incluso en los restaurantes más modestos, es todo un placer.
Empezamos el recorrido de este a oeste del Algarve.
Comer en Tavira:
Mi ciudad favorita del Algarve. Tranquila y tradicional, pero muy bien cuidada y receptora de un turismo más tranquilo que el de otras zonas de la región. La mayor parte de los restaurantes en Tavira se encuentran en la zona del río Gilao. En la orilla oeste del río, en la zona de la Rua dos Cais y el Mercado da Ribeira y hasta llegar al lugar de donde salen los barcos hacia la playa, hay varios restaurantes que tienen como atracción principal la cataplana. Si nos vamos a la otra orilla, las callejuelas cercanas al puente romano bullen de actividad de restaurantes y terrazas en los meses de verano. El pequeño A Bica es uno de los más populares.
Sin embargo, mi favorito entre los restaurantes para comer en Tavira es la Churrasqueira Cota, en la Rua Joao Vaz Corte Real 38. La verdad es que está un poco escondido entre lo que es la orilla este del Gilao, en Tavira, pero es una agradable sorpresa. Por fuera es un bar bastante normal, con alguna sala de restaurante, pero lo mejor llega cuando puedes subir a la azotea del edificio, donde puedes disfrutar de fantásticas cenas durante las noches de verano. Silencio y tranquilidad. Como su propio nombre indica (churrasqueira viene de churrasco que traducido sería algo así como «a la parrilla»), las carnes y pescados a la parrilla son su especialidad. El precio es bastante económico para el estándar español, aunque está en línea con el resto de restaurantes de Tavira.
Comer en Olhao:
Olhao me sorprendió agradablemente en mi última visita por cómo ha conseguido conservar su aire tradicional pese a la llegada del turismo masivo a la región. A veces, hasta tiene un punto caótico. Es ciudad de pescadores y una de las ciudades del Algarve donde se puede comer mejor pescado. La mayor parte de los restaurantes y marisquerías en Olhao se concentran frente a la orilla de la Ría Formosa, cerca de la antigua lonja de pescado. Cualquiera de las que elijamos en la Avenida 5 de Outubro podrá ofrecernos muy buenos platos de pescado y marisco. Es, también, un excelente lugar para probar las cataplanas típicas, el plato que no podemos dejar de comer en el Algarve. Eso sí, un problema a la hora de pedir una cataplana en los restaurantes de Olhao y otras localidades de la zona: sólo suelen hacerla para dos personas o más, con lo que si sólo la quiere uno habrá que buscar otra solución.
Entre los restaurantes de Olhao quedé muy contento con el restaurante Barra Nova 2000, situados en la Avenida 5 de Outubro 100. Se puede comer en el comedor alargado del interior del local o en la pequeña terraza que tienen de cara a la calle. Eso sí, en la terraza las mesas están bastante pegadas unas con otras, por lo que puede ser algo incómodo si prefieres no estar demasiado cerca de otros comensales. Allí comí una dorada a la brasa excelente tanto por el pescado, como por su forma de prepararlo, en su punto, con un poco de ajo y cilantro. Otras especialidades del restaurante, aparte de las cataplanas, son el ensopado de anguilas y los guisos de arroz con marisco y rape.
Comer en Faro:
Faro es la capital de la región y ofrece un poco de todo a quien pase por ella. Quizá no es el lugar más típico para comer en el Algarve, pero hay amplia oferta de bares y restaurantes y se puede comer en establecimientos bastante elegantes, otros más turísticos, establecimientos de comida rápida y en los tradicionales snack-bar y pastelarias similares a los de otras ciudades portuguesas que aparecen a medida que nos vamos alejando del centro. Esta última opción es, sin duda, la que ofrece los platos del día más baratos para comer en el Algarve. Si no queremos complicarnos demasiado, en la zona peatonal comercial del centro -en las calles del norte de la misma, sobre todo-, nos encontraremos con bastantes restaurantes.
A mí, sin embargo, me gusta mucho más comer en Faro en uno de los pocos restaurantes que hay en la ciudad antigua, dentro de la zona amurallada. La Taberna Modesto es una casa baja ubicada en una de las plazas que hay dentro de la zona antigua de Faro y es fácilmente reconocible por la terraza de mesas unidas en filas que ocupa casi toda la superficie de la misma. En el interior tiene un comedor muy grande, pero en los días de buen tiempo la terraza exterior es uno de sus grandes atractivos. Sus platos del día no son especiamente variados. Su especialidad son las carnes y pescados a la brasa y los preparan en plena calle, junto a la terraza. No está mal de precio, aunque no es la opción más económica para comer en Faro. No obstante, poder cenar allí, en una noche fresca, en mitad de la tranquilidad del centro de la ciudad histórica es una gran experiencia que repito siempre que puedo ir por allí.
Comer en Portimao:
Una ciudad que en la que conviven de forma muy separada la vida urbana habitual del Algarve con el turismo de sol y playa de la zona de Praia da Rocha. Quien se aleje un poco de las callejuelas peatonales del centro o de la zona más concurrida de la orilla del río, podrá encontrar algunos snack-bar sencillos para comer en Portimao por poco dinero. No obstante, podremos encontrar locales de más calidad en otras zonas de la ciudad por precios razonables. Hay algunos restaurantes interesantes en la zona cercana al Largo do Dique y a la orilla del río Arade, pero para mi gusto tienen unos precios demasiado altos.
Personalmente, prefiero adentrarme un poco en la ciudad y comer en un restaurante que está en la calle Dr. Joao de Deus 14 (la calle peatonal que llega hasta la Plaza del Ayuntamiento con numerosas tiendas y bares) llamado O Mataporcos. Tiene un comedor de tamaño medio en el interior, pero -si el tiempo acompaña- lo mejor es quedarse en la terraza que da a la calle peatonal -a la hora de comer da el sol, aunque las sombrillas alivian bastante el calor-. Llama la atención por su amplia carta, con numerosos platos tradicionales portugueses, sus amplias raciones y sus precios bastante razonables para lo que es la ciudad. Mi recomendación para este restaurante es el excelente y abundante arroz de marisco que preparan.
Comer en Lagos:
Lagos es otra de mis ciudades más apreciadas del Algarve. Me gusta mucho pasear por su centro histórico y me gusta muchísimo su animada vida, tanto de dia como de noche. Ha conseguido fusionar muy bien el turismo del Norte de Europa con su arquitectura, estética y forma de vida tradicional y, aunque suele estar abarrotada de turistas en temporada alta, uno no tiene la sensación de sentirse en una localidad pensada sólo para ellos. Los restaurantes de Lagos, en general, ofrecen una gran variedad de opciones -bastantes más de las habituales en las cartas portuguesas- y hay bastantes locales de comida internacional: italiana, india, china.
La mayor parte de los restaurantes de Lagos se concentran en la zona baja de la misma y en el entorno de la peatonal Rua 25 de Abril. Allí es habitual encontrarnos con muchos establecimientos y menús internacionales, pero -entre este toque cosmopolita- me gustaría destacar un pequeño restaurante portugués especializado en pescados y otras especialidades marineras: el Sao Gonçalo. No es especialmente amplio en su interior, pero es una de las mejores opciones para disfrutar de la comida típica portuguesa en la ciudad. Su mejor plato es el fantástico arroz de tamboril (rape). Resulta algo más caro que comer en otros restaurantes de Lagos, pero la calidad compensa.
Sea cual sea la ciudad que elijais para vuestra estancia, comer en el Algarve es un auténtico placer gastronómico. Volveréis muy contentos por la variedad y la calidad de la comida.