Tavira es la ciudad más interesante de la zona Este del Algarve. Tiene una herencia histórica romana, árabe y cristiana, lo que da un centro con restos de murallas, castillos, iglesias y puentes de diferentes épocas, a lo que se juntan fantásticas playas en las islas de la zona de la ría Formosa, al sur de la ciudad, a las que se puede llegar cómodamente por barco.
Tavira es una ciudad relativamente pequeña y su casco histórico puede ser recorrido en una mañana o una tarde sin demasiada prisa. Es, también, un lugar muy agradable para hacer noche, sin el bullicio de Albufeira o Lagos, pero con muchísimos restaurantes pequeños en los que disfrutar de una buena cena de modo tranquilo y relajado. No atrae al público juvenil tanto como las principales ciudades turísticas del Algarve, pero si es un destino muy reconocido para personas de mediana edad o que, independientemente de su edad, simplemente quieran descansar o disfrutar de las playas.
La Tavira más turística tiene como punto principal de referencia el río Gilao y el Puente Romano peatonal que lo atraviesa. El río desemboca a pocos kilómetros, en la zona de las islas y el parque de la ría Formosa, pero se convierte en el eje en el que se mueve la mayor parte de la vida del pueblo, tanto en su orilla norte como en la sur, especialmente en las zonas mas cercanas al Puente Romano, peatonal y siempre muy concurrido.
La mayor parte de los atractivos turísticos de la ciudad están en la parte sur del puente, entre ellos, lo que queda de la antigua ciudad y el Castillo. En realidad, a día de hoy la zona del castillo se reduce a unas ruinas ubicadas en una pequeña elevación, junto a la encalada Iglesia de Santiago y su enorme reloj y de las murallas apenas quedan unos pocos torreones y algunas puertas, como la de Dom Manuel, junto a la que esta la oficina de Turismo y que da a la Plaza de la Republica. Hoy, en lo que era la parte amurallada de la ciudad, aparecen calles serpenteantes, pero no muy diferentes de lo que es el centro histórico de cualquier ciudad portuguesa. Sea como sea, pasear por ellas es muy agradable, si bien es verdad que la zona no es grande y el paseo será breve.
La Plaza de la Republica, en la orilla sur del río Gilao, es uno de los puntos importantes de la ciudad. Desde ella se puede cruzar a la orilla norte del río o seguir hacia el sur por el bulevar que sigue paralelo al río hasta el antiguo mercado, en una calle repleta de restaurantes. Es, sin duda, una de las mejores opciones para comer en la ciudad. Alrededor de la Plaza de la Republica se concentra el casco histórico, con calles peatonales adoquinadas con los pequeños baldosines irregulares blancos y negros típicos de las ciudades portuguesas.
En la orilla norte del río, la mayor parte del atractivo se concentra muy cerca de la orilla. También es una zona de hostelería, que cuenta con algunos de los restaurantes mas interesantes de la ciudad -sobre todo los tres o cuatro que ubican sus terrazas a la orilla del río, algo a lo que no llegan los de la orilla sur, pero también los que están en las dos o tres calles siguientes a la orilla del río-. La tradición de terrazas y churrasqueiras donde comer carne o pescado a la parrilla es fuerte en esta zona.
Ría y playas en la Isla de Tavira
Aparte de por su atractivo como ciudad, Tavira es enormemente apreciada por quienes la visitan por sus playas. Sin embargo, el acceso a ellas no es cómodo, ni masivo.
El centro de Tavira esta situado a unos tres kilómetros de la costa y las playas están situadas en las islas que quedan frente a ella, por lo que el acceso no es especialmente sencillo. A cambio, se garantizan playas enormes, sin urbanización alrededor y no excesivamente frecuentadas, salvo en los meses de julio y agosto en los que suelen estar algo mas concurridas. La única manera de llegar a ellas es a través de los barcos que hacen el recorrido entre Tavira -el punto de partida del ferry esta al sur del antiguo mercado municipal y tarda unos 20 minutos en el trayecto- o Quatro Aguas (a un par de kilómetros del pueblo, frente a la isla y algo menos de 10 minutos) y la Isla de Tavira. Los ferries suelen salir, aproximadamente, cada hora y no es un trayecto especialmente caro. El viaje ida y vuelta sale por menos de 2 euros en el caso del trayecto mas largo.
Quien vaya en grupo puede contratar un Aqua Taxi, que saldrá en el momento que prefiera y le dejara en el lugar que elija. Una vez en la isla, depende del turista alejarse más o menos del punto donde le ha dejado el ferry.
Los que hayan elegido esta opción se encontraran con una isla sin coches, pero que en los metros mas cercanos al puerto tendrá varias casas bajas, un camping y muchos, muchos restaurantes y bares hasta llegar a la orilla del mar. Allí, total tranquilidad durante kilómetros. La playa más popular es la de Barril, más cercana al embarcadero del ferry. La orilla se prolonga durante kilómetros, pero no todos están vigilados, así que los bañistas se concentran en las zonas de playa, pero es aceptado y frecuente encontrarse con bañistas en zonas no controladas. El nudismo, sobre todo en la zona al oeste de la playa de Barril, esta aceptado y es bastante común. Al ser una zona tan abierta, el viento puede tener gran importancia y estar en la playa puede ser muy incomodo si sopla un viento fuerte. Conviene tenerlo en cuenta a la hora de preparar la excursión.
Quien prefiera menos playa y más explorar el parque natural de la ría Formosa, puede hacerlo con alguna de las excursiones organizadas que salen desde la zona donde embarca el ferry a la isla de Tavira.